Enclavada en la incomparable ciudad de Venecia, Italia, se encuentra la fábrica de telas de terciopelo y sedas Luigi Bevilacqua, la cual desde hace 800 años seduce a sus coterráneos y al mundo entero albergando, como cual crisálida en su interior, un tesoro de técnicas medievales de tejido irrepetibles (e incompatibles) con los tiempos actuales, otorgando un producto de certera calidad.
Por Bernardita Pérez-Cotapos
Entrar a cualquiera de las dos tiendas de la familia Bevilacqua es comprar un pasaje en la máquina del tiempo y volver a la época de las Cruzadas, del Imperio Bizantino, de la época de gloria del aventurero navegante veneciano Marco Polo, pionero y culpable de haber recorrido la hermosa y en ese entonces enigmática Ruta de la Seda, de haber traído este exquisito material a occidente y de haber introducido a los fabricantes de tela a una dimensión aún más lujosa y exquisita que se unió con el tradicional terciopelo para fabricar gloria.

Terciopelos, tejidos en relieve, damascos, brocados, cojines, tapices, borlas, algunos tejidos incluso con oro y plata, son la expresión de ocho siglos de tradición de la tela veneciana y que se presentan a los ojos del visitante como traídas de otra dimensión, una que no sabe de productos hechos en serie, de tiempos acelerados sin importar la calidad, ni menos de objetos desechables; Tessitura Luigi Bevilacqua es una dimensión en la que revives la Venecia antigua, aquella que expelía el aroma acre de la seda y cuyas coloridas telas hacían que sol brillara incluso de noche. No por nada las fábricas Bevilacqua están incluidas en las guías turísticas.
Sus terciopelos son elaborados a mano, mediante una compleja técnica realizada con 18 telares que datan del mil setecientos provenientes de la Escuela de la Seda de la antigua República de Venecia. En su página web y redes sociales, la marca publica numerosos videos explicativos en detalle de los complejos y hermosos telares y sus piezas que materializan la magia de sus telas únicas.

Orígenes del terciopelo y sus técnicas de tejido
Esta exclusiva tela nació en el lejano Oriente en el siglo XIII y luego se desarrolló en Italia en el siglo XIV, encontrando su mayor apogeo en las ciudades de Venecia, Lucca, Florencia y Génova. La característica fundamental del terciopelo radica en su propio nombre que se deriva de «vellón», de hecho, tiene una fibra gruesa en su lado derecho. Los telares de terciopelo se caracterizan por la presencia de dos urdimbres: una inferior que creará la «base» de la tela y otra de «pila». La creación del terciopelo se produce mediante la inserción de algunas barras debajo del pelo.

Estas barras pueden ser de dos tipos: con una sección redonda que, una vez eliminada por el tejedor, creará el terciopelo sin cortar o rizado; o una sección cuadrada con una ranura en el centro; en este caso, la barra no se quita pero el tejedor inserta una cuchilla en las ranuras y corta los hilos de la urdimbre para crear el terciopelo cortado. El terciopelo “soprarizzo” o “soprariccio” es el resultado de la unión de estas dos técnicas y ofrece la posibilidad de crear efectos de luz y oscuridad en la tela.
De esta forma, textiles Bevilacqua ofrece una experiencia única que no se debe dejar pasar.
Direcciones: San Marco 2520, Santa Maria Del Giglio 30124, Venezia. Tel +39 041 041 2410662 y San Marco 337/b, Fondamenta Canonica 30124, Venezia. Tel +39 041 5287581.